ENTRE LAS ESTRELLAS Y EL MAR
Paco era el hombre perfecto, eso decía Marcela, ella lo conoció en sus viajes fortuitos por lejanas tierras, un día en que visitaba el malecón en San Lukar de Barrameda.
El moro había llegado en patera cruzando el estrecho de Gibraltar una noche de luna llena con otras 50 personas que sobrevivieron luego de la penosa travesía que hicieran tratando de encontrar mejor oportunidad en España.
Al llegar a la península, se refugio en un asentamientos Nigerianos, ellos trabajan en el verano como contratistas de huertas recogiendo las aceitunas y castañas de las praderas de Cádiz, luego partían a Castilla
Con el paso del tiempo llego la regularización donde obtuvo los documentos e inmediatamente fue vinculado como Marino en la gran flotilla de barcos cargueros de Tarifa.
La vida le cambio y ahora podía disponer de dinero y de amores, su primera esposa fue una Ucraniana de nombre ALINA mujer hermosa de ojos claros, cabellos largos y rubios, su belleza deslumbraba al contraste con el moreno; en los años que vivió con ella lograron establecer un buen hogar, comprar su piso en un ático con vista a los grandes buques que cruzan el estrecho para hacerse al atlántico, eran amantes de la mar y compraron un velero para perderse en la costa brava y visitar la luna y las estrella en las noches cortas de verano, el vodka Ruso y el wisky no podía faltar el las juergas de sexo y pasión tampoco los amigos y las comidas ataviadas de carnes ahumadas, tapas de alcachofas y mejillones, bocadillos de atún, vinos de Jumilla, las danzas Árabes y el lánguido gitaneo de canciones de Chiquitete, José el Francés y Lolita eran la motivación que alegraba la loche en el velero. Pero sus amores les duro poco tiempo ya que se interpuso una Colombia que paseaba por la orilla del Mediterráneo una tarde de Junio.
Su piel canela, su cara con rasgos definidos y sensuales, su forma estructural y la delicadeza eran las cualidades de MARCELA, eso motivo a PACO y puso en ella sus ojos, la siguió hasta
Caminaron por la playa, las gaviotas revolotean jugueteando con las olas, visitaron un bar de la playa adornado con objetos suntuosos, artilugios Italianos, delicada atención era una velada romántica con música y luces suaves, primero tomaron el café, luego el vino, la invito a mirar los anocheceres en alta mar en su velero, y la sedujo hasta el pecado.
Pasa la noche y llega el día, todo vuelve a la normalidad, la busca y no la encuentra, los destellos de amor y ansiedad de la noche anterior, ahora son un recuerdo que quedara guardado entre las estrellas y el mar.
Dicen que el Hombre sale todos los días a las cinco de la tarde a la orilla del mar en busca de
PATERA: (Embarcación pequeña)
RENFE: (Empresa férrea Española)
VENDIMIA: (Recolección de uva)
Por:
HUGO FERNANDO JOVEN REINA.
huferjore@hotmail.com
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